Una pareja se encontraba en su casa en la localidad de Maipú, el día viernes 11 de marzo. Estaban por cenar y la mujer le dijo que antes de comer, se iba a comprar una gaseosa. Esto ocurrió cerca de las 22:30 pm. El marido, sabiendo que su mujer se iba a demorar, preparó un plan para deshacerse de ella.

   Planeó decirle a la policía, que su pareja se había descompensado, luego de volver de comprar. Y que la había llevado al Hospital, porque creía que era un ACV. Les iba a decir que del primer Hospital que la llevó, le dijeron que tenía que ser trasladada al Hospital de Luján.

   Llegó la mujer, agarró un arma y le pegó un tiro en la cabeza, dejándola descompensada. Todo estaba saliendo a la perfección. La llevo al Hospital de Luján y les dijo a los médicos:

   - Por favor ayudenme! Mi mujer se descompensó!

   - Señor pase por aquí que ya le conseguimos una camilla -le dijo una enfermera.

   Atendieron a la mujer, y los médicos vieron algo realmente extraño. El hombre que la había traído, les dijo que en el Hospital anterior que fueron, la mujer había sufrido un accidente cerebro vascular. Pero no, la mujer tenía una bala alojada en el cerebro. Inmediatamente, uno de los recepcionistas aviso lo sucedido a la policía.

   Al hombre no le estaba gustando mucho esa situación. Se estaban complicando las cosas. Su mujer estaba en estado crítico, la policía venía en camino… Empezó a gritar y desprenderse la ropa como un loco. En ese momento llegó la policía y lo trataron de calmar. Los médicos le dieron un sedante. Cuando se estabilizó, lo comenzaron a interrogar. Dijo todo lo que había planeado decir.

   Los policías al no entender el hecho, lo llevaron a la comisario y quedó detenido. La mujer sigue internada muy grave en el Hospital de Luján.